Bogotá.- Como el mayor error histórico que ha cometido su país, calificó el ex presidente de Colombia Ernesto Samper la firma del acuerdo militar de ese país suramericano con Estados Unidos (EE UU), el cual permitirá la instalación de siete bases militares estadounidenses en territorio neogranadino.
En entrevista concedida a la revista Semana, divulgada este lunes por Telesur, Samper consideró que el darle luz verde a Estados Unidos para que realice operaciones militares desde su plataforma territorial es el nuevo gran error de Colombia, luego de la pérdida de Panamá, que se separó del territorio colombiano en 1903.
Samper centró sus declaraciones en un análisis de la crisis diplomática de Colombia con Venezuela, surgida a raíz del polémico acuerdo militar que además ha causado un tenso clima en Suramérica.
El ex presidente colombiano, que gobernó entre 1994 y 1998, consideró que detrás de la reciente destrucción de dos improvisados puentes en los límites con Venezuela, por parte de la Guardia Nacional de ese país, está el asunto de las bases militares que Estados Unidos está por instalar en Colombia.
“Es obvio que detrás de todo este tema se esconde el asunto de las bases militares, que ha sido el mayor error histórico de Colombia desde que se perdió a Panamá. El gobierno debió prever que esto podría ser visto por muchos países como una amenaza a su seguridad”, dijo Samper.
Agregó que a esto se suman los intereses políticos del actual gobierno colombiano, ya que, a su juicio, la prolongación de la tensa situación diplomática entre ambos países podría favorecer una nueva reelección del actual presidente colombiano, Álvaro Uribe.
“El mantenimiento del conflicto puede legitimar una eventual reelección del presidente Álvaro Uribe”, dijo el ex jefe de Estado colombiano.
Samper puso en duda que la intención del acuerdo sea que desde las bases sólo se luche contra el terrorismo y el narcotráfico, tal como lo han anunciado las partes que suscribieron tan convenio.
Además, recordó que desde enero pasado el Pentágono estadounidense tenía a las bases militares “como parte de la estrategia de aseguramiento básico de Estados Unidos”.
En ese sentido, enfatizó que cuando Estados Unidos solicitó incluir en el acuerdo a la base de Palanquero, en el centro de Colombia, “establecía que la base también era para neutralizar a los gobiernos enemigos de Estados Unidos”.
Asimismo, resaltó que a eso se suma que los equipos que serán usados, como los aviones C-17, Orion-3 o los Awacs, son propicios para “lanzar operaciones de vigilancia sobre la región de la que van a acabar de aislarnos”.
Justificó la postura del presidente venezolano, Hugo Chávez, que en reiteradas oportunidades ha señalado que la instalación de las bases estadounidenses en Colombia representan una amenaza directa contra Venezuela.
“(Hugo) Chávez efectivamente considera como un riesgo para la seguridad de Venezuela unas bases repartidas a lo ancho y largo de Colombia; con equipos que, por ejemplo, desde Malambo pueden tener alcance hasta Maracaibo (occidente venezolano)”.
Detalló además que operaciones que se emprendan desde las bases que se prevén instalar en el sur colombiano claramente podrían tener alcance sobre la Faja Petrolífera del Orinoco, que en el centro-oriente venezolano representa la mayor reserva de crudo del mundo.
También sentenció que, para continuar la lucha contra el narcotráfico, Colombia no necesitaba suscribir ese acuerdo entreguista con Estados Unidos.
“O las bases del sur, que pueden ser una respuesta estratégica al petróleo de la Orinoquia. Esto no se puede considerar sólo como el delirio de un paranoico. Chávez tiene derecho a sentirse amenazado por las bases. Porque efectivamente nosotros no las necesitábamos para seguir luchando contra el narcotráfico”, expresó.
Destacó que, en la actual crisis diplomática con Venezuela, Colombia es la más afectada al perder poco más de cuatro millones diarios por el estancamiento del intercambio comercial con su vecina del este.
Igualmente, dijo: “Es que los más perjudicados con las bases son Colombia, que está internacionalizando el conflicto, y en segundo lugar, Estados Unidos. Nos quedamos esperando una señal esperanzadora de que Obama iba a cambiar las relaciones con América Latina”.
Asimismo, comentó: “El país (Colombia) está perdiendo cuatro millones de dólares diarios por el estancamiento de negociaciones con Venezuela, hay empresarios desesperados y el gobierno lo que les dice es que se abran a otros mercados”, explicó Samper.
“Como si fuera tan sencillo buscar un mercado de seis mil millones, vendiéndoles confecciones a los Emiratos Árabes”, añadió.