Por: Edgar González Ruiz
Desde hace años, las fuerzas derechistas que operan en América Latina, con el apoyo y patrocinio de los sectores más reaccionarios de Estados Unidos, han tratado de legitimar a los gobiernos de esa filiación, y desacreditar a los de tendencia progresista, organizando misiones de supuestos “observadores electorales” que actúan de acuerdo con esas consignas.
Es conocido el papel que en la reciente época de Bush, y con el respaldo de este, jugaron organizaciones como el Instituto Republicano Internacional, el IRI, y el Fondo Nacional para la Democracia, NED, para desestabilizar al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela.
En otros casos, como el de México, organizaciones derechistas, como la Asociación Nacional Cívica Femenina, Ancifem, han recibido apoyo del IRI para llevar a cabo proyectos de “observación electoral” tanto en el país como internacionalmente. Por ejemplo, en el 2000, IRI y NED otorgaron 270,407 dólares ala Ancifem para “impulsar la participación de las mujeres en el proceso electoral mexicano”, es decir, para apoyar la llegada de la derecha al poder en las elecciones mexicanas de ese año.
Ahora, personajes de la CIA, lo mismo que organizaciones como la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), que también ha sido muy importante en la geopolítica de la ultraderecha, IRI, NED y otras, están brindando apoyo a las elecciones organizadas por el golpista Micheletti, que en junio pasado encabezó el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, quien ha llamado a boicotear esas elecciones, que dice son ilegales porque están siendo conducidas por el Gobierno de facto de Roberto Micheletti.
En algunos círculos de las ONG derechistas ha trascendido que a mediados de noviembre, en la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, Simon Henshaw, segundo jefe de esa representación e identificado como agente de la CIA en ese país (véase Ingo Niebel “La segunda intentona de Obama, otra vez con ayuda alemana” en
www.taringa.net/…/Honduras:-Ataque-al-ALBA-descubre-a-los-agentes-de-la-CIA.html)convocó a una reunión para garantizar el éxito de los comicios organizados por Honduras.
A la misma fueron invitados reepresentantes de la USAID, IRI, NED, FUPAD (Fundación Panamewricana para el Desarrollo), NDI (National Democracy Institute), la Fundación Arias (creada en 1987 por el político Oscar Arias, actual presidente de Costa Rica)y “Hagamos Democracia” (integrada principalmente por grupos religiosos de Honduras: Pastoral Social de la Iglesia católica- Caritas de Honduras; Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH); así como la Federación de Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo de Honduras (FOPRIDEH) y la Universidad Metropolitana de Honduras (UMH)),
La Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD) es una ONG cuyos mayores ingresos proceden de la USAID y que “trabaja bajo las directrices estratégicas del Departamento de Estado”. (Véase: Nydia Egremy “FUPAD, organización auspiciada por transnacionales” en www.kaosenlared.net/noticia/fupad-ong-auspiciada-transnacionales
En esa reuniín, Henshaw instruyó a los asistentes a organizar una misión “independiente” de observación electoral, que esté presente en las elecciones del 29 de noviembre, y que estaría en realidad manejada por el IRI, a través de Alex Sutton, director regional de ese Instituto para América Latina y el Caribe.
Sutton ha desarrollado proyectos del IRI para Bolivia, Bolivia, Colombia, Cuba, El Salvador Guatemala, Mexico, Nicaragua, Peru and Venezuela, y de 1992 a 96 trabajó en países de Europa del Este, en la destrucción de las estructuras socialistas, eufemísticamente llamada la “democratización” de esa zona. (www.iri.org/bio_sutton.asp)
Asimismo, se prevé que en las actividades de apoyo a las elecciones convocadas por el gobierno golpista podrían participar otros personajes y grupos de la derecha latinoamericana, de Paraguay y Honduras, lo mismo que de la ODCA (Organización Demócrata Cristiana de América, presidida por Manuel Espino, político de la derecha mexicana).
En el contexto de la ambigua política internacional de Obama, siguen vivos los proyectos ultraderechistas impulsados desde Estados Unidos en detrimento de los pueblos latinoamericanos y uno de cuyos objetivos es apoyar directa o indirectamente al gobierno golpista de Honduras.